Señales de una mala niñera o canguro
Ya has hecho las entrevistas, has comprobado las referencias y has contratado a alguien que crees que se adapta bien a tu familia. Puede que incluso haya elaborado una lista de control para facilitar la transición. Pero puede ser difícil saber si la niñera está haciendo un buen trabajo.
Para asegurarte, quizá tengas que investigar un poco. Algunos padres que sospechan que algo va mal pueden plantearse instalar cámaras de vigilancia por toda la casa, que suelen conectarse a una aplicación para que puedas acceder a la cámara en directo desde tu teléfono.
Instalar una cámara para niñeras, incluso sin que la niñera lo sepa, es legal en los 50 estados, siempre que no la coloque en el cuarto de baño o el dormitorio de la niñera (si vive en su casa). Aun así, algunos estados tienen leyes específicas sobre audio y vídeo, así que consulte las directrices de su estado antes de instalar cámaras. Y a menudo es posible saber si algo va mal sin llegar a ese extremo.
Puede tener motivos para preocuparse por su niñera o canguro si:
1. Su hijo parece asustado, ansioso o retraído
Muchas veces, los niños necesitan un periodo de adaptación para acostumbrarse a un nuevo cuidador. Puede que al principio lloren, pongan mala cara o cojan una rabieta. Es normal. Pero si su hijo parece temeroso o sigue mostrándose infeliz, merece la pena investigarlo.
Un cuidador habitual nunca podrá sustituir a mamá o papá, pero un niño necesita sentirse a gusto con su niñera o canguro. Puede que su hijo y la niñera no hayan congeniado, o que la niñera no le proporcione el calor y el consuelo que necesita. Como en cualquier relación humana, es importante que exista la química adecuada. (Si sospechas que ocurre algo más grave, infórmate sobre los signos de maltrato infantil).
2. Su niñera o canguro parece reservada sobre la rutina diaria
Cómo pasan el tiempo su hijo y su cuidador no debería ser un secreto. Cuando llega a casa, probablemente esté deseando que le cuenten cómo le ha ido el día a su hijo. Si su cuidador no es comunicativo, es una señal de alarma. Incluso un cuidador cuya lengua materna no sea el inglés debería ser capaz de transmitir los altibajos del día de su hijo y entenderá por qué quiere saberlo.
3. Su hijo ha sufrido demasiados accidentes fácilmente evitables.
Los accidentes ocurren, pero tu niñera o canguro debe vigilar de cerca a tu pequeño. Averigua si el cuidador deja a tu hijo desatendido cuando debería estar supervisándolo.
4. Su niñera o canguro no sigue sus peticiones
Ambos colaboran en el cuidado de su hijo, por lo que el cuidador no debe actuar como si supiera más que usted sobre la crianza de su hijo.
5. Tu niñera o canguro critica tu forma de criar a los niños
De nuevo, se supone que formáis un equipo. Es aconsejable aceptar las sugerencias constructivas de la persona que cuida a su hijo, sobre todo si pasa mucho tiempo con él. Pero si tiene la sensación de que no están de acuerdo en cuestiones básicas como la alimentación, el sueño y la seguridad, la relación puede no funcionar a largo plazo.
6. Su niñera o canguro suele llegar tarde
Un cuidador poco fiable le dejará en la estacada una y otra vez. Busque a alguien que sepa que está comprometido con su trabajo y que tiene en cuenta sus necesidades. Los retrasos y las ausencias inexplicables pueden significar que tampoco es fiable en otros aspectos.
7. Su hijo tiene a menudo un aspecto desaliñado
Los niños se ensucian, pero si al final del día su hijo suele tener los dedos manchados de gelatina de la comida o siempre hay que cambiarle de pañales al recogerle, eso es un problema. Si la persona que cuida a su hijo no puede ocuparse de lo básico, puede ser señal de que no está a la altura de las necesidades de su hijo.
8. Su hijo está demasiado hambriento o cansado
Si su hijo come como si no hubiera probado bocado en todo el día cuando usted regresa, o está tan agotado que no puede mantener los ojos abiertos, es una mala señal. Es posible que la niñera o la canguro no respeten los horarios de comida y siesta.
9. No confía en su niñera o canguro
Nunca tolere a alguien que robe, mienta o le engañe de alguna manera. Tienes que poder confiar en tu cuidador para que la relación funcione.
10. Tienes un mal presentimiento
En caso de duda, confíe en su instinto. Es probable que tu intuición dé en el clavo, así que si un cuidador no te parece adecuado, sigue adelante.